La calle Cuesta del Olivo posee algunos elementos curiosos. El primero un punto de agua oculto con hojas, y lo que es peor sin la correspondiente tapadera. Algún viandante, especialmente de noche, corre peligro.
Y el segundo una señal de prohibido el paso que ha pasado a mejor vida y descansa ya en paz, aunque para estar así mejor quitarla y que no estorbe a los viandantes en plena bajada o subida. Lo correcto es resucitarla e incorporarla, algo que viendo la imagen se ha hecho en alguna otra ocasión, pero necesita más refuerzos o que alguno no juegue para romperla.
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